martes, 27 de noviembre de 2012

El Viejo Topo número 298

En el número de noviembre de El Viejo Topo se especulaba, cómo no, acerca de las posibles consecuencias de la jornada electoral del 25-N. Acertaba plenamente Antonio Santamaría, en su artículo "La apuesta soberanista de Artur Mas", cuando la calificaba de "aventura secesionista de incierto resultado". ¡Vaya carita que se le ha quedado al aprendiz de brujo!


Especialmente interesante es el artículo de Hilary Wainwright, editora de la revista británica Red Pepper, titulado "Syriza, un faro en una Europa a la deriva". Aquí se subraya cómo la experiencia del movimiento altermundialista y los foros sociales permitió la cristalización de una formación política de nuevo tipo como Syriza. Es muy destacable el que esta fuerza política otorgue "una gran prioridad a apoyar y propagar redes que sistematizan las prácticas de apoyo mutuo informal profundamente arraigadas en la sociedad griega". ¿Nos obligará la actual crisis a actuar de manera similar en nuestro país?

En todo caso, Wainwright concluye su análisis diciendo que deberíamos "aprender de Syriza cómo construir en nuestros propios países nuevos tipos de organización política que sean lo bastante abiertas y flexibles como para que todas aquellas personas que desean una alternativa al capitalismo basada en valores que muchos caracterizamos como socialistas, pero sin un modelo concreto en mente, puedan transformarse en una gran fuerza política y popular". Solo cabe añadir: ¡así sea!

Más dudas plantea la propuesta de Frente Cívico-Somos Mayoría, evocada en una entrevista de Miguel Riera a uno de los responsables del Colectivo Prometeo. El objetivo de esta asociación es "aglutinar alrededor de un proyecto, elaborado por todos, a la inmensa mayoría de ciudadanos (poder soberano) que quieran cambiar la difícil situación que vivimos". Este objetivo, a la par de ambicioso, parece arriesgado al soslayar, voluntariamente, cualquier orientación ideológica del movimiento, por lo que los riesgos de oportunismo o populismo en la definición de sus propuestas estarán siempre latentes.

Por último, se incorporan dos aportaciones sobre dos figuras relevantes recientemente desaparecidas: Santiago Carrillo, al que Higinio Polo acertadamente se refiere como "el hombre de las mil caras", y Eric Hobsbawm, calificado como el mayor historiador marxista del siglo XX.

No hay comentarios:

Publicar un comentario