Aquí tenéis reproducido el artículo de Juanma Aragüés, de Mesas de Convergencia de Aragón, donde efectúa las oportunas explicaciones [Ateneo: Convergencia de la izquierda ( El Periódico de Aragón - 30/10/2012 )].
Las recientes elecciones gallegas han supuesto, desde la perspectiva de convergencia de la izquierda que venimos reclamando desde hace tiempo en estas páginas, un hito realmente importante. La noche electoral nos deparó la enorme sorpresa de la potente aparición en escena de una formación política, Alternativa Galega de Esquerda (AGE), que es fruto de la alianza de Anova, la formación de Beiras, IU, Equo y Espazo Ecosocialista Galego. La sorpresa fue tal que la televisión pública, la misma que en todas las campañas nos aburre con su letanía de que cubre la información tal como le obliga la Junta Electoral y que no están de acuerdo (para luego hacer la información como todos los días, PP-PSOE), ni siquiera tenía desplazada una unidad móvil a la sede de AGE y no dio conexiones hasta muy avanzada la noche. Sorpresa incluso para quienes, desde Mesas de Convergencia, habíamos alentado el proceso, del que esperábamos alguna alegría, pero no tan intensa. Pues intensa alegría supone alcanzar, de primeras, sin infraestructura, con premura, un 14% de los votos.
Tras la experiencia de Aragón, la constitución de La Izquierda de Aragón como suma de CHA-IU-Iniciativa Social, AGE es el segundo hito de un proceso de alianzas de la izquierda real que se hace imprescindible para hacer frente a las agresiones que el PP está perpetrando contra la sociedad. Es más, en Galicia, si en esa alianza se hubiera sumado el Bloque, estaríamos hablando de la segunda fuerza política de la comunidad, por delante de un PSOE preso de sus inercias neoliberales.
Aragón inició un camino que se hace imprescindible y que no permite marcha atrás. No solo no la permite, sino que hacia donde se debe caminar es hacia una alianza más plural, más amplia, que cobije, como en Galicia, a otros sectores y organizaciones. En ese sentido, la entrada de Equo en la alianza gallega es una muy buena noticia, como lo es también la presencia de sectores del socialismo de izquierdas. Las iniciativas se suceden en todas partes, recordemos también la propuesta de Julio Anguita, que en Aragón cuenta con numerosos seguidores, lo que da muestras de que hay una parte de la ciudadanía que está exigiendo, desde la izquierda, procesos unitarios y nuevas formas de hacer política.
En esa dirección es en la que acabamos de constituir en Aragón la iniciativa Ateneo, que como su manifiesto fundacional indica, pretende "contribuir al debate sobre las diferencias y las coincidencias en nuestros análisis de la realidad presente y de las perspectivas futuras. Pero sobre todo, queremos debatir cómo actuar en los distintos terrenos de la acción social y política". En Ateneo nos encontramos buena parte de la gente que impulsamos la experiencia electoral de La Izquierda de Aragón. En aquel entonces ya advertimos que no nos conformábamos con una alianza electoral para sacar un diputado, sino que entendíamos el proceso como el inicio de una convergencia de la izquierda real de Aragón. Y, además de esa gente, Ateneo cuenta con la presencia de compañeros y compañeras de otras organizaciones y colectivos, empeñados también en esa tarea de construcción de una alternativa sociopolítica al orden imperante.
Si en algún lugar de Europa se ha ensayado con éxito un proceso de convergencia, ese lugar ha sido Grecia. Allí, Syriza, una alianza plural de la izquierda real, ha estado a punto de ganar las últimas elecciones y nos ha mostrado el camino para hacer frente a un capitalismo desaforado que está aprovechando la crisis para llevar su doctrina económica y social hasta sus últimos extremos. Por ello, en el acto de presentación de Ateneo, que tendrá lugar el próximo domingo 4 de noviembre a las 11,30 en el Centro de Historia de Zaragoza, contaremos con la presencia de un dirigente de Syriza para que nos hable de la situación en Grecia y de su experiencia de convergencia de la izquierda.
Probablemente estemos de acuerdo en que la situación de nuestro país, lejos de mejorar, se deteriora día a día. Tanto las políticas de Zapatero como las de Rajoy, a pesar de plegarse a las exigencias de los poderes fácticos, no han conseguido invertir la tendencia, más bien todo lo contrario. Ante esa perspectiva, una posibilidad es el lamento y el pesimismo; otra, intentar tomar el destino en nuestras manos, hacer frente a la situación de la única manera posible para encaminarla en beneficio de la mayoría social: a través de una amplia alianza de quienes nos negamos a pagar las consecuencias de una crisis generada por otros. A ese empeño es al que os invita Ateneo.
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